Decía la hija de José Luis Rodríguez Zapatero (o, al menos, eso nos ha intentado hacer creer él) que lo que diferencia a los socialistas de la derecha es que se ocupan de los pobres y los trabajadores, mientras que los otros sólo piensan en los ricos. Desde que oí ese comentario me fui reafirmando en mi creencia de que el presidente del Gobierno de España hacía gala de un nivel intelectual propio de una niña de doce años, y que basaba su discurso político en tópicos y frases hechas.
Pero según fue pasando el tiempo comencé a creer que la hija de José Luis Rodríguez Zapatero tenía parte de razón. Es más, hoy creo que esa frase es absolutamente cierta, y define a la perfección las diferencias entre la izquierda y la derecha.
La izquierda nació porque en el mundo existen pobres. Es una ideología que piensa en los pobres y tiene su razón de ser en los pobres. La derecha es una ideología de ricos. Está pensada para los ricos y de ellos se preocupa.
Por regla general, un pobre votará a la izquierda para dejar de ser pobre; por regla general, un rico votará a la derecha para no dejar de ser rico.
Por eso, la derecha necesita que haya muchos ricos, y hará todo lo posible por que el número de ricos y su riqueza aumenten. Al mismo tiempo, la izquierda necesita que haya muchos pobres, y hará lo posible por que el número de pobres y su pobreza aumenten.
¿Cómo ha sido capaz la izquierda de mantener el engaño tanto tiempo? Porque ha conseguido extender la falacia de que la riqueza es finita, y de que la única forma de salir de la pobreza es despojando a los ricos. Esto es una mentira colosal, como ya comenté en un post anterior (ver aquí) y que ha quedado demostrada en todos los sitios donde ha gobernado la izquierda, en los que, efectivamente, los ricos se han empobrecido, pero ni un solo pobre ha conseguido enriquecerse, sino que se han empobrecido más.
Esto es la izquierda: una máquina de hacer pobres, ya que de pobres es, como decía la hija de José Luis Rodríguez Zapatero, de lo que viven.
Pero según fue pasando el tiempo comencé a creer que la hija de José Luis Rodríguez Zapatero tenía parte de razón. Es más, hoy creo que esa frase es absolutamente cierta, y define a la perfección las diferencias entre la izquierda y la derecha.
La izquierda nació porque en el mundo existen pobres. Es una ideología que piensa en los pobres y tiene su razón de ser en los pobres. La derecha es una ideología de ricos. Está pensada para los ricos y de ellos se preocupa.
Por regla general, un pobre votará a la izquierda para dejar de ser pobre; por regla general, un rico votará a la derecha para no dejar de ser rico.
Por eso, la derecha necesita que haya muchos ricos, y hará todo lo posible por que el número de ricos y su riqueza aumenten. Al mismo tiempo, la izquierda necesita que haya muchos pobres, y hará lo posible por que el número de pobres y su pobreza aumenten.
¿Cómo ha sido capaz la izquierda de mantener el engaño tanto tiempo? Porque ha conseguido extender la falacia de que la riqueza es finita, y de que la única forma de salir de la pobreza es despojando a los ricos. Esto es una mentira colosal, como ya comenté en un post anterior (ver aquí) y que ha quedado demostrada en todos los sitios donde ha gobernado la izquierda, en los que, efectivamente, los ricos se han empobrecido, pero ni un solo pobre ha conseguido enriquecerse, sino que se han empobrecido más.
Esto es la izquierda: una máquina de hacer pobres, ya que de pobres es, como decía la hija de José Luis Rodríguez Zapatero, de lo que viven.
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