Como ocurre con otros muchos países europeos, España no posee una fecha oficial de fundación. Su formación fue un proceso de integración paulatina de territorios, que, al igual que pasó en el caso de Italia y Alemania, llevaba implícito el sentimiento de que se estaba recuperando una unidad perdida mucho tiempo antes.
No es, por tanto, sencillo encontrar una fecha para celebrar la Fiesta Nacional, si eliminamos la tradicional fiesta del Patrón (Santiago Apóstol, 25 de julio). No es de extrañar que haya habido varios días nacionales a lo largo de la historia reciente de España, y la fiesta actual tiene detractores en varios sectores de la sociedad española. Desde 1987 es, oficialmente, el 12 de octubre (ley 18/1987, de 7 de octubre), y conmemora el descubrimiento, por parte de España, de todo un continente, casi medio mundo, iniciando desde ese momento un proceso de descubrimiento y colonización que llevó a extender el nombre, el idioma y la cultura de España más lejos de lo que había llegado nunca ningún país.
Sin embargo, para los nostálgicos que opinan que una fiesta nacional debe marcar una fecha esencial en la construcción de un país, ahí van algunas propuestas de fechas alternativas. Soy consciente de que la mayoría tienen relación con sucesos bélicos, pero en la mayoría de las ocasiones así se crean los países ¿no?
2 de enero.
El 2 de enero de 1492 las tropas castellanas y aragonesas penetran en Granada e izan en la Alhambra el pendón de Castilla. No fue resultado de una batalla, sino la aplicación de un acuerdo entre los Reyes Católicos y Boabdil, por el cual aquellos ofrecían ayuda en la guerra de éste contra su tío, a cambio de la entrega del reino. Culmina así el proceso de la Reconquista Ibérica, iniciado en 722, convirtiendo a España en el primer país que es capaz de recuperarse de una invasión islámica, y, hasta la fecha, la nación que más tiempo ha pasado bajo dominio musulmán sin ser, finalmente, islamizada.
2 de marzo.
El 2 de marzo de 1814, tras la derrota final de los ejércitos napoleónicos, regresa Fernando VII de su exilio en Francia. Aunque la guerra todavía tardaría algo en terminar (el tratado de Fontainebleau, que marca el final de la contienda en Europa, se firma el 14 de abril), el 2 de marzo marca el momento en el que España recupera su soberanía, expulsando al invasor. Ningún otro país ha invadido España desde entonces.
19 de marzo.
El 19 de marzo de 1812, en el apogeo de la invasión francesa, las Cortes, reunidas en Cádiz, promulgan la primera constitución española. Esta constitución, de carácter liberal, es el primer documento en el que se habla de España como nación de ciudadanos, y se considera, por tanto, como el nacimiento de la España moderna. Es cierto que su corta vigencia y los avatares por los que tuvo que pasar hicieron que fuese casi siempre papel mojado, pero se convirtió en el espejo en el que se miraron el resto de las constituciones, hasta hoy.
2 de mayo.
El 2 de mayo de 1812, varios levantamientos en Madrid marcan el momento en el que los españoles se rebelan contra la invasión francesa. Al igual que ocurrió en Covadonga, este 2 de mayo los españoles deciden que la invasión acaba con la identidad del país, y que quieren recuperar su tierra antes de que sea demasiado tarde. España debe seguir siendo española, y no francesa, y eso es lo que lleva a los españoles a desafiar al Imperio, hasta su derrota, dos años después.
23 de mayo.
El 23 de mayo de 844, el ejército asturiano de Ramiro I se enfrenta a los musulmanes, comandados por Abderramán II, en la batalla de Clavijo. Las tropas cristianas, en inferioridad, reciben la ayuda milagrosa del Apóstol Santiago, quien, montado en un corcel blanco, resulta decisivo en la victoria de las huestes cristianas.
Vale: la batalla de Clavijo nunca sucedió, y, evidentemente, Santiago Apóstol nunca mató moros a lomos de un caballo. Pero esta batalla mitológica quedó en el imaginario colectivo de los españoles, quienes desde entonces se sintieron parte de algo más grande: no Asturias, ni Navarra, ni Aragón, ni Ribagorza, sino España, y como españoles reciben la ayuda de Santiago para recuperar su patria. Sabido es de todos el legendario grito de guerra de las tropas españolas "Santiago, y cierra España".
28 de mayo.
El 28 de mayo de 722, un pequeño grupo de rebeldes cristianos, al mando de don Pelayo, vencieron a un ejército expedicionario enviado a sofocar la revuelta montañesa, en las faldas del monte Auseva, hoy Covadonga. Fue la primera derrota musulmana en la Península, y tuvo una importancia mucho mayor de la que sería previsible dado el tamaño de la batalla: el gobierno musulmán abandonó el territorio asturiano, y esto hizo posible el asentamiento de un pequeño y precario reino en las montañas, que, contra todo pronóstico, evitó mantenerse a la sombra de los invasores, y desde el primer momento tomó la responsabilidad de recuperar el reino visigodo, perdido hacía menos de diez años. Luego se unieron en este objetivo otros territorios en el Pirineo, pero la Batalla de Covadonga marcó el inicio.7 de julio.
El 7 de julio de 1515 las Cortes Castellanas firmaron la anexión de la Alta Navarra al territorio de la Corona. Había sido realmente conquistada por las tropas de Fernando el Católico, pero decidió incorporarlas a Castilla debido a que en la Corona de Aragón los privilegios de los nobles hacían que el poder del rey estuviese muy mermado. Como, finalmente, bajo el reinado de Carlos I, ambas coronas se unieron definitivamente, la anexión de Navarra a Castilla marca el momento en el que España consigue todo el territorio que la compone hoy en día, ya que desde entonces sólo ha sufrido pequeñas pérdidas territoriales (el Rosellón, la Cerdaña y Gibraltar), y todavía menores incorporaciones (las plazas de Olivenza y Ceuta).16 de julio.
El 16 de julio de 1212 una coalición de ejércitos castellanos, aragoneses, navarros, portugueses, de varias órdenes militares y algunos francos se enfrentaron a los ejércitos almohades en la batalla de las Navas de Tolosa. La lucha, en principio desfavorable a las tropas cristianas, se desequilibró finalmente hacia éstas, iniciando el fin del imperio almohade. Pero el efecto más importante para la Historia de España fue que, por primera vez, se abrió la puerta a Andalucía, se comenzó a luchar en el corazón histórico de Al-Andalus (Córdoba, Sevilla, Jaén, y, finalmente, Granada) y comenzó a ser evidente que los reinos cristianos del norte no pararían hasta expulsar a los invasores musulmanes de su territorio. El desconcierto que produjo esta batalla en los musulmanes fue tal que probablemente, de no haber sido por el enorme impacto que la Peste Negra tuvo durante el siglo XIV, la Reconquista podría haber concluido casi un siglo antes.Son ocho fechas, ocho posibilidades, probablemente todas tan buenas o tan malas como el propio 12 de octubre. Seguramente habrá otras tan relevantes o más que las que he detallado aquí. Pero sea cual sea la que se elija, que se celebre con orgullo. Ya tuvimos una época de pesimismo nacional con el Regeneracionismo de principios del siglo XX, y no necesitamos celebrar un día que nos intente convencer de lo malos que somos, o, peor aún, de nuestra inexistencia histórica.